Articulos de interes del mundo de la madera
Utilizar madera como fuente de energía se considera una opción más limpia que la de emplear combustibles fósiles. Sin embargo, en un nuevo estudio se ha determinado que la explotación forestal intensiva podría liberar grandes cantidades de carbono retenidas desde mucho tiempo atrás en las profundidades del subsuelo de los bosques.
Con frecuencia, en los estudios atmosféricos de carácter global no se tiene en cuenta al carbono acumulado en las profundidades del subsuelo de bosques porque se cree que éste es estable en su ubicación subterránea y que no sufre consecuencias relevantes cuando en el terreno de encima los árboles son talados.
No obstante, el análisis de datos realizado por el equipo de Andrew Friedland, profesor en el Dartmouth College de Hanover, New Hampshire, Estados Unidos, indica que el subsuelo profundo puede ejercer un papel importante en las emisiones de carbono liberadas con la tala de árboles y con otras prácticas intensivas de gestión forestal. Los resultados del nuevo estudio sugieren que la tendencia a promover un consumo de la biomasa forestal mayor que el actual debe ser reevaluada, y que los análisis del carbono de los bosques están incompletos si no se incluye en ellos los datos del subsuelo profundo, el cual alberga más del 50 por ciento del carbono de los terrenos forestales.
El carbono retenido en el subsuelo profundo puede cambiar con rapidez, y dar como resultado aumentos en el dióxido de carbono atmosférico, a causa de alteraciones como las provocadas por la tala. Lo expuesto por la nueva investigación sugiere que la creciente confianza en la madera como fuente de energía más limpia que el petróleo y otros recursos fósiles, podría estar provocando en algunos casos el efecto no intencionado de transferir carbono extra a la atmósfera, procedente del subsuelo profundo. Esto podría sabotear los intentos de usar la madera como un biocombustible neutro en carbono (cuyo uso libere la misma cantidad de carbono que fue absorbida en el proceso de elaboración).
Hay un gran interés por promover la implantación de fuentes de energía cuyo uso no libere a la atmósfera más carbono que el que absorban en el ciclo de producción. Los biocombustibles, y la madera como el más primitivo de todos ellos, han sido considerados como neutros en emisión de carbono, ya que se ha venido asumiendo que la cantidad de carbono que liberan al ser quemados es igual a la que han absorbido los vegetales al crecer. Sin embargo, ese carbono extra sepultado a mayor profundidad, que ha permanecido inmovilizado ahí durante mucho más tiempo que el ciclo de vida de un árbol, podría desbaratar ese equilibrio que se presuponía inalterable. Conviene, por tanto, investigar más la cuestión, incluyendo análisis específicos de los terrenos en cada ubicación de interés, ya que las características de los suelos varían mucho entre distintas partes del mundo, y los datos manejados por los autores del nuevo estudio se han centrado básicamente en el nordeste de Estados Unidos.
En la investigación también han trabajado Thomas Buchholz y Claire Hornig, ambos del Dartmouth College, William S. Keeton de la Universidad de Vermont en la ciudad estadounidense de Burlington, Jared Nunery del Departamento de Bosques, Parques y Ocio de Vermont, en Estados Unidos, y Giuliana Zanchi de la Universidad de Lund en Suecia.
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