Articulos de interes del mundo de la madera

Muchos de los paseantes del Paseo Bizkaia se habrán preguntado en más de una ocasión qué es esa casa que está en el patio trasero del Politécnico Easo. Se trata del resultado de un proyecto en el que participan 27 alumnos del Departamento de Madera y Electricidad de este instituto amaratarra en el que han participado además varias empresas locales. El objetivo de la iniciativa ha sido confirmar que es posible construir una vivienda autosuficiente y con criterios ecológicos utilizando la madera como material principal.

Para demostrarlo y exponerlo a la sociedad, además de la propia construcción de la casa en las instalaciones de este centro educativo, la semana pasada se celebraron unas jornadas sobre este proyecto en las que alumnos, profesores y profesionales del sector de la construcción analizaron cuestiones como el ecodiseño, los sistemas de construcción en madera así como la situación actual de las empresas de madera y sus perspectivas de futuro.

Tal como explica el responsable de este proyecto en el Politécnico Easo, Ángel Del Río, profesor del departamento de Madera y Mueble, esta iniciativa nació en abril del año pasado con la convocatoria del Ministerio de Educación para proyectos de innovación en centros de formación profesional. «En octubre nos aceptaron el proyecto presentado y ya con la subvención correspondiente del Ministerio y el Fondo Social Europeo, nos pusimos manos a la obra» para acometer la idea de la casa de madera con criterios medioambientales. Dentro de este proyecto se enmarcan también otros dos centros educativos, en Pontevedra y en Málaga, donde igualmente han construido sendas casas de madera de similares características.

La casa del Politécnico Easo tiene una superficie de 55 metros cuadrados además de los 13 del porche. Está previsto que la obra completa finalice en el mes de octubre. Actualmente está terminada la parte exterior de la casa, por lo que para culminar el proyecto faltaría rematar el interior. Una vez terminada, la vivienda contará con un salón, una cocina, dos habitaciones y un baño. La energía que generará gracias a los paneles solares del tejado -que aún están sin colocar para evitar robos-, se volcará en la red eléctrica general de la que finalmente se abastecerá durante todo el año.

El motivo para gestionar de este modo la energía es que en épocas soleadas se generaría más energía de la requerida, al contrario de lo que ocurriría en invierno, estación en la que la energía producida podría llegar a ser insuficiente. Por ello, con este sistema se estima que en todo un año se puede producir la energía necesaria para que la vivienda sea autosuficiente, a pesar de que no sea de forma regular durante todos los meses.

A la hora de defender el proyecto, Del Río subraya que una casa de estas características es «más barata, consume menos recursos medioambientales y el material utilizado es reciclable y regenerable». En este sentido, insiste en que «estos planteamientos serán imprescindibles de cara al futuro si analizamos la situación del planeta».

Este profesor explica que «el precio para la construcción de una vivienda como ésta supone una tercera parte de lo que costaría una tradicional. Además, el proceso de fabricación requiere de un menor consumo energético en comparación con los procesos actuales. Entre otras razones, porque no se consume ni un litro de agua en su fabricación». Por otro lado, destaca que «la madera es un material extraordinario porque es reciclable y regenerable, es decir, la madera utilizada se puede reconvertir para otros usos y, para reponer lo consumido y evitar la deforestación, se pueden replantar árboles, lo que no sucede con los materiales que habitualmente se utilizan para la construcción de edificios».

Eso sí, reconoce que la madera tiene una serie de inconvenientes, como su sensibilidad a los cambios de temperatura y humedad, «lo que tradicionalmente obliga a realizar mantenimientos en su acabado». No obstante, para reducir la sensibilidad de la madera a las condiciones climatológicas, han sometido la madera de la fachada a un tratamiento que elimina gran parte de su celulosa. Con este tratamiento se evita la variación de su volumen por la humedad, lo que mantiene en mejores condiciones la vivienda en su conjunto.