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Articulos de interes del mundo de la madera

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-La luna manda en el bosque

http://www.diariovasco.com/gipuzkoa/201604/27/luna-manda-bosque-201604270630.html 15-09-2015 | Visitas: 5093

El ser humano siempre ha observado el influjo de la luna en la naturaleza. Por ejemplo, desde las tribus de indígenas del Amazonas hasta nuestros antepasados de las montañas vascas, todas las civilizaciones han elaboradoteorías sobre los días idóneos para talar árboles, atendiendo a las fases lunares. Ahí están los escritos de Theophrastus (372-287 a.C) y Catón (234-149 a.C.). Cosas que parecían «de los tiempos de maricastaña, sin valor científico» resulta que ahora son fenómenos que merece la pena investigar. Recientemente, en la Fundación Orona (Hernani) se llevó a cabo unas jornadas tituladas La sabiduría y el saber sobre la madera, organizadas por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y Medio Natural, con motivo de sus 50 años de existencia.

En las jornadas se pudieron escuchar los resultados de varias investigaciones acerca de la luna y la calidad de la madera. Bixente Dorronsoro, del Servicio de Montes de la Diputación Foral de Gipuzkoa, moderó un debate y al final realizó esta autocrítica: «Está claro que la luna influye, pero la comunidad de técnicos forestales no lo ha tenido en cuenta hasta ahora».

El mismo Dorronsoro ofreció una conferencia sobre La densidad en verde del pino laricio según la fase lunar en la fase de apeo. Dorronsoro, junto con sus compañeros de la Diputación Foral, emprendió este trabajo con la intención primera de saber en qué fase lunar la madera de esta conífera es más pesada. Realmente, el pino laricio de Córcega -la variedad que se planta en Euskadi- es bastante más pesada que la del pino insignis, y da problemas en el transporte. Los camiones a veces reciben una carga excesiva, y a veces se hunden en las pistas de los montes y otras reciben multas de la Ertzaintza en las carreteras.

La investigación foral ha dado como resultado, por ejemplo, que la madera de las puntas de los pinos laricios es mejor que la de la base a la hora de destinarla a materiales de construcción. «La parte superior es de mayor calidad, porque tiene más densidad. No nos lo esperábamos», comentó Dorronsoro.

Los técnicos de la diputación guipuzcoana talaron 228 árboles en terrenos del sur del territorio, la mitad en cuarto meguante y la otra mitad en creciente. Según expuso Dorronsoro, «está claro el influjo de la luna. Los árboles talados en menguante han dado una densidad mayor, un índice de 0,884 frente al de 0,864 de los que se cortaron en creciente. Eso de que la madera cortada en menguante es más pesada resulta una sorpresa, pues tendemos a pensar que en creciente la luna tira de la savia hacia arriba, y por ello en esos días la madera debería pesar más».

El objetivo último de investigaciones sobre el influjo de la luna en la calidad de la madera debería ser, según Dorronsoro, «saber cuál es laépoca idónea de tala para una madera de calidad y mayor perdurabilidad, y así disminuir los tratamientos químicos».

Mari Jose Barriola, una de las responsables de Tknika (Centro de Innovación para la Formación Profesional), versó sobre el proyecto que ha desarrollado -junto con el Centro Integrado de Formación Profesional Bidasoa- para conocer las posibilidades del roble local, Quercus petraea, en la fabricación de barricas para vino. Se trataría de conocer cómo influyen las fases lunares en la madera de este tipo de roble.

Se talaron 26 árboles en terrenos de Leintz Gatzaga, la mitad el 4 de diciembre de 2014, cuando la luna estaba en cuarto creciente, y la otra mitad el día 9, cuando estaba en menguante. También se talaron ciertas ramas en otras fechas, para hacer luego comparaciones.

Tknika y Bidasoa se han servido de la experiencia acumulada durante décadas por el suizo Ernst Zürcher, un investigador que ha visitado Euskadi varias veces. Según este científico, las mayores diferencias se dan entre las maderas taladas tres días antes y tres días después de luna llena. «También nuestros abuelos decían que había que talar ciertos árboles en los tres primeros días de la fase menguante», comentó Barriola. Para esta ingeniera, Zürcher y el colombiano Jairo Restrepo son las grandes referencias mundiales en este tema, este último autor del libro La luna, el sol nocturno en los trópicos y su influencia en la agricultura.

Un aspecto muy relevante es el de la madera destinada a barricas para vino: «Observamos que la madera seca absorbe el agua de manera muy diferente, según haya sido talada en creciente o en menguante».

¿Otras conclusiones? «Hemos visto que, en las ramas, los taninos elágicos son muy diferentes según la fase lunar, y hay también disparidades en los furfurales, que dan aroma de almendras a la madera. En los troncos, hemos observado diferencias en la vainillina y en el eugenol».

La mente popular vasca

En la mente popular vasca existe la creencia de que hay que talar en menguante las coníferas y las frondosas de hojas lobuladas y dentadas, como el castaño y el roble. En cambio, la tradición vasca manda que se tiren en creciente las especies de hoja lisa, como el haya y el fresno. Hay casos curiosos, bien contrastados: quien quiera hacer makilas de avellano, deberá cortar los troncos en creciente de noviembre; y el aliso hay que talarlo en creciente de mayo.

Esa vieja creencia de que conviene talar las coníferas en menguante choca en parte con los resultados de un trabajo llevado a cabo por Maite de Troya, investigadora del Centro de Investigación Forestal (CIFOR) del Ministerio de Economía. Investigó en base a unos árboles talados en Gipuzkoa -algunos en luna creciente, otros en menguante- de tres especies de coníferas: alerce, abeto Douglass y pino laricio. «Hemos estudiado la durabilidad frente a los hongos e insectos xilófagos (carcoma y termitas) de estos tres tipos de madera para uso estructural. Los resultados obtenidos han mostrado que si bien ninguna de las especies es durable frente a los organismos estudiados, sí que presentan, en ocasiones, diferencias significativas entre las dos fases lunares», ha declarado De Troya.

Por ejemplo, la investigación de De Troya ha determinado que las maderas taladas en creciente son más resistentes a los hongos que las de menguante. La creencia popular decía lo contrario. Está visto que hay que seguir investigando.

 

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