Articulos de interes del mundo de la madera
Negocios de tala y explotación forestal, serrerías, industrias transformadoras y compañías especializadas en el tratamiento de la madera, entre otras, se han unido este mes para participar en la feria sectorial Carrefour du Bois, en Nantes, considerada una de las principales ferias europeas de la industria de la madera.
Baskegur, la asociación de la Madera de Euskadi y el Departamento vasco de Desarrollo Económico y Competitividad han impulsado la iniciativa bajo la marca Madera Vasca. Es la mayor misión de internacionalización llevada a cabo por el sector forestal y maderero vasco. Una actividad que abarca un amplio espectro, desde la tala del árbol hasta su utilización como fuente de energía verde.
La cadena de valor de la madera da empleo a cerca de 20.000 personas en la CAV y tiene un impacto anual en la economía vasca de 3.300 millones de euros. Y es a pesar de todo una de las vertientes industriales más desconocidas. Baskegur, la Asociación de la Madera de Euskadi, ha nacido precisamente para romper esa dinámica y ha conseguido reforzar la imagen de la marca Madera vasca en la reciente feria internacional en suelo francés.
En estos momentos se está estudiando la posibilidad de repetir la experiencia en Timber Expo, el apartado dedicado a la madera dentro de la prestigiosa feria de la construcción de Birminghan, que se celebra justo antes de Egurtek, la cita para el sector en el BEC a finales de octubre. Hay que hacer números porque el “esfuerzo” realizado para viajar a Nantes ha sido “muy importante”. Los resultados también.
La directora de Baskegur, Reyes Urbizu, explica a DEIA los motivos que han movido al sector a sumar fuerzas en el proceso de internacionalización y hace un balance “muy positivo” de la Carrefour du Bois.
“La imagen que se ha dado del sector ha sido muy buena y muy valorada. Hemos ido todos bajo una marca, Madera vasca, dando imagen de un sector potente y organizado, que es lo que nos faltaba. Hay empresas innovadoras, empresas muy importantes que muchas veces han ido a ferias internacionales solas y el resultado era por así decirlo más pobre. Sin embargo, esta vez entendíamos que era una feria clave y se apostó por hacer una acción de internacionalización conjunta y se ha conseguido que se animen nueve empresas”, afirma.
La sensación de las compañías “también ha sido buena”. Se han hecho numerosos contactos y generado negocio y el sector se “ha afianzado más” ante sus clientes gracias a la “imagen fuerte” que se ha dado. Es “pronto” para valorar la repercusión directa que va a tener la feria en las ventas de las empresas. Baskegur considera que el éxito de la cita debe medirse más allá de si se cierran cuatro contratos o se consiguen cinco clientes más.
LA FERIA DE NANTES El dinamismo de la misión comercial les “sorprendió desde el primer día a primera hora”. Un gran número de visitantes se interesaron por el estand Bois Basque y realizaron preguntas “muy directas y concretas”. “Cuando ves que la gente sabe que quiere y te lo pregunta es porque hay interés”, subraya Urbizu.
La experiencia en Nantes abre una puerta de cara al futuro que Baskegur quiere aprovechar. La recuperación de la economía coincide con el interés ecológico de reducir las emisiones a la atmósfera y la madera juega con ventaja en ese campo. Además, la superficie forestal de Euskadi y la calidad de su madera ofrece abundante materia prima y margen para diversificar producto. El horizonte es más que halagüeño y el sector ha interiorizado que hay que trabajar para aprovechar al máximo la ola que viene.
“Somos un sector potente, nuestra madera es buena, se le puede dar muchos usos porque se cree que la madera de aquí tiene poco valor y no es cierto. Se está poniendo en valor la madera vasca. La crisis nos ha hecho a todos movernos más y eso también nos ha hecho poner en valor la madera, a través de nuevos usos y tecnologías que sorprenden a nuestros clientes”, sostiene.
Como otras actividades productivas, el sector forestal-madera ha cargado las pilas de la innovación durante la crisis. Lo han hecho además todas las empresas, desde las que trabajan en la tala de los bosques, que han invertido en la maquinaria “más adecuada y puntera” para facilitar su actividad hasta las que tienen una vertiente más tecnológica, como las bioenergéticas o las que tratan la madera para que tenga un comportamiento similar al aluminio o al PVC ante el paso del tiempo y las condiciones meteorológicas.
Además, la preocupación por el cambio climático y por reducir la huella del carbono está “potenciando” la madera como materia prima sostenible y renovable. Todas esas cuestiones alimentan las expectativas en el sector y anima a las empresas a cooperar. “Esto acaba de empezar, el paso que hemos dado en Carrefour du Bois ha sido muy importante, pero deben seguirles otros”, afirma Reyes Urbizu.
La directora de Baskegur detalla no obstante la dificultad que entraña alinear todos los intereses del sector. Baskegur representa a todo el sector, explotaciones forestales, empresas de tala, serrerías, industrias transformadoras, papeleras, productores de energía... “Los productos son totalmente distintos, algunos tienen un mercado más definido que otros y tienen ferias a las que les interesan ir más”. En cualquier caso, el objetivo es seguir viajando juntos allí donde se perciba que la unión es más provechosa.
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