Articulos de interes del mundo de la madera

La calidad de la madera se asienta principalmente en dos factores: las propiedades intrínsecas del material y su origen sostenible. Es importante conocer las características del producto y su adaptación al uso final, pero también hay que asegurar una buena gestión de los procesos productivos, un control de la producción en fábrica y, sobre todo, el cumplimiento de las normativas legales.

La Directiva de Productos de la Construcción (DCP) -en marcha desde la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación (CTE)- establece, entre otras medidas, la necesidad de que los productos lleven el marcado CE a la salida de fábrica. Sólo se admite el carácter voluntario de este marcado cuando el producto se regule por las normativas ISO 9000 o ISO 14000. En ambos casos, se entiende que la madera ya ha pasado un sistema de calidad válido, por lo que se considera que el proceso de producción es óptimo.

Este distintivo es la principal "marca de referencia" que indica la aplicación del CTE

El marcado CE asegura que se cumplen todas las obligaciones relativas al tratamiento de la madera. Según el Departamento de Tecnología y Medio Ambiente de la Confederación Española de Empresarios de la Madera (CONFEMADERA), este distintivo es la principal "marca de referencia" que indica la aplicación del CTE. Así ocurre en el caso del parqué, que desde marzo de 2007 tiene la obligación de llevar estampado este sello.

Se trata de una señal de garantía que el fabricante ofrece a los consumidores para que estos sepan que el producto adquirido cumple con todas las obligaciones establecidas por las directivas comunitarias. En concreto, los productos con marcado CE cumplen los requisitos de seguridad establecidos por la Unión Europea.

Otras marcas

Además de este sello, los productos de madera pueden presentar otros distintivos de gestión forestal sostenible. Esta expresión se utilizó por primera vez en 1993, durante la Conferencia Ministerial de Helsinki, donde se definió como la "administración y uso de los bosques y montes" de manera que mantengan "su biodiversidad, productividad, capacidad de regeneración, vitalidad y su potencial de cumplir, ahora y en el futuro, funciones ecológicas, económicas y sociales relevantes", recuerda CONFEMADERA.

En este sentido, la certificación forestal se plasma en los sistemas PEFC y FSC, los más extendidos y los únicos vigentes en nuestro país. A través de ellos, los consumidores pueden conocer la procedencia "legal y sostenible" de los productos que compran. En la actualidad, según datos de la Confederación, en España existen más de un millón de hectáreas certificadas PEFC, frente a 165.000 hectáreas certificadas FSC.

Cómo obtener el marcado CE

Para obtener el marcado CE, el fabricante debe solicitar a un organismo de certificación la realización de una serie de ensayos. Los parámetros que se miden son la resistencia mecánica y la estabilidad de la madera, así como sus propiedades ignífugas y de aislamiento térmico y acústico. Lo que se pretende es garantizar que, una vez instalados, los productos de madera cumplan la Directiva de Productos de la Construcción.

Certifica que las propiedades del producto coinciden con las prestaciones que declara el fabricante

Existen varios sistemas de evaluación para conseguir el marcado CE. La finalidad de todos ellos es la implantación de un sistema de control de la producción que certifique que las propiedades del producto coinciden con las prestaciones que declara el fabricante. En este sentido, uno de los ensayos más importantes es la reacción al fuego de la madera, puesto que permite garantizar la seguridad de las personas y de las estructuras en las que se instala madera.